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"Crac", el estremecedor libro de Josefina Licitra que transforma el dolor familiar en literatura potente

Con una narrativa lúcida y conmovedora, la reconocida cronista Josefina Licitra publica su primera memoir, donde explora el vínculo roto con su padre. "Crac" no solo confirma su talento, sino que se instala como una de las obras más intensas del año.

  • 11/07/2025 • 08:06

Una herida que nunca cerró, un silencio que se volvió insoportable, y una hija que decidió escribir para entender. Así podría resumirse "Crac", el flamante libro de la periodista y cronista Josefina Licitra, recientemente publicado por Seix Barral. En este primer trabajo testimonial, la autora bucea en las profundidades de su vínculo ausente con su padre, y construye una pieza literaria tan íntima como universal.

La historia arranca con un accidente: una fractura en el pie que sirve de prólogo para una noticia inesperada. La abuela de Licitra la llama para avisarle que su padre —residente en España desde 1978— regresará al país por unos días. El dato, que podría pasar como una anécdota, activa una cascada de recuerdos, silencios, traumas y tensiones no resueltas.

El hombre con quien casi no tuvo contacto en décadas cortó por completo el vínculo luego de que Licitra publicara un artículo sobre él en una revista brasileña. La reacción fue inmediata: un correo lapidario donde él afirmaba que ese texto fue un “misil bajo la línea de flotación”. Desde entonces, el silencio. Hasta ahora.

"Crac" es, en muchos sentidos, una catarsis: una carta de amor escrita con lucidez quirúrgica, sin estridencias ni reproches. La autora no busca venganza ni revancha. Intenta comprender, reconstruir, tender un puente donde antes hubo distancia. Lo hace con una escritura sobria, poderosa, con tensión narrativa constante. El libro se estructura en torno a los días que el padre pasa en Buenos Aires. En esa breve espera, Josefina revisita escenas familiares, diálogos congelados en el tiempo, encuentros breves en Montevideo o en España, y heridas que nunca cerraron del todo.

Una de las marcas de Licitra como cronista siempre fue la prudencia del “yo”. En este libro, por primera vez, el yo se vuelve protagonista. Pero no lo hace desde el narcisismo, sino desde la necesidad. Desde la urgencia por poner palabras a lo indecible. "Se escribe sobre lo que no se puede no escribir", dice. Y eso es lo que logra: escupir el veneno, para poder sanar.

A lo largo del libro, la autora se apoya en citas de otros escritores que también exploraron vínculos rotos: Ford, Plath, Duras, Bukowski, entre otros. No es una pose intelectual. Es un recurso honesto, un intento de comprender su propio dolor a través de voces que también transitaron caminos parecidos.

Licitra también rompe un silencio generacional: el de los padres que se alejan sin dar explicaciones. En tiempos de discursos sobre nuevas masculinidades, "Crac" vuelve sobre una verdad incómoda: aún hoy, muchos hombres no ejercen la paternidad con la misma presencia que se espera de las madres. La ausencia, en ese sentido, es también un tema político.

El padre del libro es un hombre rígido, ideológicamente inflexible, exiliado de todo: del país, de su hija, del afecto. Pero esta no es una acusación, sino una radiografía sin dramatismo. Licitra lo describe como alguien encallado en su derrota, un hombre que quizá no dejó de amar, pero que nunca supo cómo demostrarlo.

Al final, "Crac" no resuelve del todo la intriga de si hubo reencuentro o no. Porque lo importante no es eso. El logro está en el gesto: escribir, tender una mano, aún cuando no haya nadie del otro lado. “Este libro —dice entre líneas— no es un juicio. Es una ofrenda”.

Con este nuevo trabajo, Josefina Licitra confirma que su talento no tiene techo. Y que, incluso desde la fractura, puede construirse una obra mayor. TAPA DEL DÍA celebra la aparición de uno de los libros más valientes, honestos y necesarios del año.

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